El segundo "truco" dentro del taller de magia, fue el de hacer nadar un huevo. Bueno, no lo podían creer, pero, ¿cómo va a nadar un huevo si no tiene brazos?, no pueden nadar porque no le podemos poner flotador, ni manguitos. Un sin fin de preguntas se me echaron encima de golpe, porque no podía ser que un huevo nadara y flotara como ellos hacen en la piscina.
- Tranquilos, tranquilos, escuchadme y ya veréis cómo podemos hacer que un huevo nade. En ese momento dejaron de ser niños, para ser orejas Ja, ja. Ah! y ojos, por que los tenían como platos, esperando lo que venía a continuación.
El objetivo de esta actividad es observar los cambios que se producen cuando interaccionan diferentes elementos entre si.
Los materiales necesarios son: varios recipientes transparentes, agua, sal, azúcar, huevos, una cuchara, y platos de plástico para poner los materiales.
Las palabras mágicas en este caso son, en castellano: Abracadabra, agua agüita, que este huevo nos enseñe su barriguita. Y para el catalán son: Abracadabra, aigua aigüeta, que aquests ou ens enseny la panxeta. Recordad que es muy importante que las aprendan antes de hacer la magia.
El desarrollo de la actividad es el siguiente: una vez vez vestidos de magos, y preparados los artilugios del truco, se les explica que vamos a hacer que un huevo flote como si estuviera nadando.
Llenamos los recipientes de agua hasta que queden bastante llenos, y demostramos que los huevos no flotan echando uno dentro de un recipiente, comprobaran que se va al fondo. A continuación preparamos la sal en un plato y el azúcar en otro. Y por encima de ellos y del agua, echamos nuestros polvos mágicos. A continuación se meten los huevos en los recipientes , y cada alumno va echando un poco de sal en uno de ellos y azúcar en el otro, al mismo tiempo que va diciendo las palabras mágicas (si no las dice con entusiasmo hay que repetir, por que si no el truco no sale bien).
De tanto en tanto, la reina de las magas (o sea la maestra o maestro, en cuyo caso seria el rey de los magos) va removiendo para se disuelvan bien tanto la sal como el azúcar. Poco a poco, los niños comprobarán como al subir la densidad del recipiente con sal, el huevo sube y finalmente "nada, enseñando su barriguita". En cambio con el del azúcar no pasa nada.
Al final, prueban con la punta de su dedito la sal y el azúcar, para que comprueben que era lo que echaban al recipiente, y se explicará que con la sal, el agua se hace más espesa (cambio de densidad) que hace que las cosas ( en este caso el huevo) flote.
Finalmente se realiza la ficha preparada para la actividad, y el dibujo de la misma.
Los criterios de evaluación son los mismos que podéis ver en la entrada sobre la magia de los colores.
Os dejo el dibujo y las fichas posteriores a la actividad, por si queréis hacerlas servir.
Saludos, y disfrutad de la magia de vuestros alumnos.
En una palabra: FANTÁSTICO!!! me lo llevo puesto...un besete
ResponderEliminarHola María, tengo un regalito para tí en mi blog. Espero que te guste. Un abrazo.
ResponderEliminarHola!!:
ResponderEliminarQuiero compartir contigo la alegría
de los 100 amigos blogueros. Te
Invito al “brindis”. Te espero en mi
pequeño mundo. Cariños. Rayén
Me ha encantado muy buena idea, gracias por compartirla!!!
ResponderEliminar¡¡¡EXCELENTE!!!! ME LO COPIO PARA MIS NIÑOS. GRACIAS!!!!
ResponderEliminarGrandioso:)
ResponderEliminarGRANDIOSO :)
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