Con el fin de introducir a los niños de manera muy sencilla en el mundo de la ciencia , surgió un taller donde dedicar un tiempo a la manipulación, la observación, y el descubrimiento, donde los niños fueran capaces de plantearse hipótesis, preguntas, y de buscar por ellos mismos las respuestas.
Las observaciones guiadas, los descubrimientos compartidos, la búsqueda de las relaciones entre los hecho, la explicación de los efectos a partir de causas conocidas, imaginadas o inventadas, son algunos de los aspectos que de manera muy elemental, tal y como corresponde a la edad de los niños a los que va dirigido (4 y 5 años), los introduce en el mundo de la ciencia, conocida por los adultos pero descubierta y vivenciada por los pequeños con una gran ingenuidad, pero llena de lógica, que les ayudaran a desarrollar su pensamiento.
Los experimentos que se realizan durante el taller se llevan a cabo en un ambiente muy atractivo y motivador, ya que la actividad se "disfraza" de magia, de aquí el nombre del taller. La intención es hacer a los niños conscientes de que aquello que parece que se produce por efecto de la magia, en realidad no lo es sino que lo pueden realizar ellos mismos. Además para motivarlos más y despertar el interés de participar activamente en la actividad, se les ha de explicar que cuando aprendan a hacer los trucos pueden ir a casa para sorprender a su familia. Eso les encanta, y les hace prestar muchísima atención.
La finalidad básica que se pretende conseguir con la realización de las diversas actividades que iré presentando en este taller de magia, es que por medio de la observación de lo que sucede a su alrededor y de la manipulación y experimentación de los materiales que ponemos a su alcance, el niño irá desarrollando su sentido de la curiosidad y de la observación, y al tratarlo de una manera lúdica, despertamos su imaginación, de manera que aprenderá poco a poco a entender mejor los fenómenos naturales, físicos y técnicos, aprendiendo a hacer deducciones, formular hipótesis y a prever los resultados, para de esta manera, comprender mejor el mundo que le rodea.
Para la realización del taller, en primer lugar, con ayuda de la maestra, los niños se vestirán de magos con unos gorros de cartulina y unas bolsas de plástico preparadas previamente y decoradas con estrellas enganchadas (al más puro estilo de cuento de hadas). Les explicaba que sólo por esa ocasión la clase se transforma en una "clase de magia" como las de la escuela de Harry Potter (que todos conocen). Las caritas se iluminan, y empiezan a especular sobre lo que va a pasar. Una vez que todos están preparados (la maestra también lleva un gorro, porque sino la magia no saldría bien), les explico el truco que haremos y les enseño las palabras mágicas que tienen que decir.
Todos alrededor de una mesa grande (juntamos varias), con el material necesario, se llevan a cabo los pasos del "truco" entre todos y al final, decimos las palabras mágicas (cada truco tiene las suyas), con convencimiento y determinación, y las repetimos varias veces no vaya a ser que tengamos algún problema.
Y "tachán", la magia surte efecto y el "truco" se realiza sin problemas.
Una vez se ha realizado, se hace una breve asamblea preguntando a los niños sobre lo que piensan que puede haber pasado para que la magia salga bien, con la intención de que establezcan hipótesis diciendo si pasaría lo mismo haciéndolo de otra manera, hablamos sobre lo que hemos hecho, y finalmente comprobamos sus hipótesis y se llega a una conclusión, que no es otra que la explicación del experimento y su porqué. Para finalizar la actividad se realiza una ficha explicativa del experimento realizado, que se recogerá en un pequeño dossier.
Los "trucos" realizados durante estas sesiones son:
-Hacemos magia con los colores.
-Este huevo nada.
-Globos mágicos.
-Un volcán en clase.
-Estas cosas caminan solas.
-Las cañas mágicas.
Os dejo la tapa del proyecto, en breve iré subiendo las actividades, explicadas y con su ficha complementaria.
Espero que os guste.
¡Ah! Y no sufráis por la ranita, que no es para cocinarla, sino para convertirla en una guapísima princesa.